Sumar arte en los distintos ambientes de nuestro hogar hará que nuestra casa luzca con más carácter y le dará un gran valor a la misma. Colocar un cuadro, como puede ser un dibujo, pintura o fotografía, o incluso un objeto de arte, brindará un toque de distinción a ese ambiente.
Antes que nada, es necesario subrayar la importancia de que la obra que uno analice comprar nos genere alguna emoción, ya sea felicidad, tristeza o melancolía, por dar un ejemplo. Si solo es adquirida por ser de un artista que hoy es tendencia difícilmente conmueva. Seguramente se le dará un lugar protagonista en el espacio por lo que debe despertar algún sentimiento cuando nos detenemos a observarla o será un espacio desaprovechado.
Es esencial entonces encontrar el lugar adecuado para poder exhibirlo correctamente y que puedan ser observados y admirados por todos.
Zona de apoyo
La regla que establecía que los cuadros se deben colgar en las paredes ya no rige más, aunque sigue siendo lo habitual. Hoy se los puede encontrar también apoyados en el piso, si cuentan con grandes dimensiones, o reposando en estanterías los de menor tamaño. En una superficie despejada se los puede intercalar con obras de distintos tamaños o integrar con otros elementos decorativos.
Si se tratara de esculturas u objetos de arte son grandes candidatos para completar los nichos de una biblioteca.
Relación con el entorno
En este punto hay que confirmar que es subjetivo ya que depende del efecto que se desea lograr en el ambiente. Si buscamos generar un espacio calmo y sereno es importante entonces que los colores de la obra se fundan con los colores de las paredes, muebles y textiles para que se encuentren en armonía. Si por el contrario lo que queremos es resaltar alguna pieza o cortar con la sobriedad del lugar lo que buscaremos es generar contraste entre la pieza y el resto de la decoración.
Ubicación de las piezas de arte
Anteriormente las obras se exhibían en el living o comedor por ser los ambientes más utilizados de la casa y donde se reciben visitas, pero actualmente esto ha ido cambiando y cualquier espacio es considerado acorde para contar con tus obras de arte entre sus elementos.
Si ubicaras una pieza de arte en el hall de entrada de tu casa sería una manera creativa de dar la bienvenida a nuestras visitas y generar una muy buena primera impresión de nuestro hogar. Es recomendable no recargar demasiado el ambiente para permitir que nuestra obra destaque y se pueda apreciar en una zona que es de paso.
La habitación es otro de los ambientes elegidos para exhibir piezas de arte, aunque las que formen parte de nuestro oasis dentro de casa deberán propiciar el relax y descanso.
De todas maneras, existen otros ambientes fuera de los tradicionales donde sumar obras de arte le aportan un toque creativo al lugar, como es el baño, donde se podría colocar una fotografía, por ejemplo, y también la cocina.
Composición de cuadros
Si tenemos varias obras que deseamos exponer en nuestra casa y tienen una coherencia entre ellas, es que podemos entonces jugar y colocarlas en una misma superficie. Esta composición es posible si tienen una relación entre sí, ya sea por la temática, por los colores o por los marcos utilizados.
Para evitar hacer agujeros en la pared y luego arrepentirnos por no estar correctamente ubicados se puede apelar a una técnica muy usada que es el distribuir las obras en el piso e ir cambiándolas de lugar hasta quedar conforme con el resultado final.
La importancia del tamaño
Tener en claro el lugar donde vamos a ubicarla es imprescindible para darle la potencia visual que merece. Es decir que, si el ambiente es muy grande no decantarnos por una obra de arte pequeña porque perderá su impacto al quedar opacada en las grandes dimensiones de nuestra pared, y si el ambiente fuera pequeño no elegir una pieza muy grande que achicaría visualmente el lugar.
En el caso de obras muy grandes se aconseja colocarlas en paredes libres de elementos que generen distracciones para que no compitan en la atención.
Altura adecuada
La altura ideal para colgar un cuadro es un poco por encima del nivel de los ojos, aproximadamente a 1,65 del piso. Pero esto puede variar ya que difiere según el tamaño de la habitación donde se lo coloque, del cuadro y el mensaje que se pretende conseguir.
Si quisiéramos colgarla arriba de un sillón o de una mesa pegada a la pared se debe tener en cuenta la relación del cuadro con el mueble y no con el piso por lo que en este caso se debería dejar una separación de 20 cms. para que la pieza respire.
En el comedor se aconseja colocarla al nivel de la mesa. Y si se tratara de una composición de cuadros lo ideal es que la principal esté a la altura de los ojos y continuar ubicando el resto hacia arriba y hacia abajo y también a los costados, combinando formas.
Destacar con iluminación
Para que nuestras obras luzcan su belleza correctamente, además de pensar el ambiente y definir la altura donde se colocarán, es importante tener en cuenta el cómo iluminarlas para evitar su deterioro.
Hay gran variedad de modelos que se pueden utilizar para focalizar un detalle o admirar la obra en toda su dimensión, siempre recurriendo a luces difuminadas para no dañar el cuadro con el calor de la luz.
Ahora no queda más que animarse a ir sumando piezas de arte en tu casa, y si fueran de artistas contemporáneos les estarías ayudando a vivir de lo que aman hacer.