Lograr que un ambiente se vea completamente distinto no tiene por qué representar un importante desembolso económico, por lo que no debemos conformarnos con tener un espacio que ya no nos representa como consecuencia de que nuestros gustos y preferencias cambiaron con los años.
Existen ideas sencillas e ingeniosas que pueden devolver el equilibrio entre cómo lucen los distintos ambientes dentro de la casa y la personalidad y estilo de quien vive en el interior del hogar.
Actualizar los textiles
Si en tu casa hay textiles que resultan algo anticuados, o que se encuentran en mal estado, es un buen recurso cambiarlos para que los ambientes se renueven y destaquen su potencial belleza.
Para el caso de almohadones o sillones, una herramienta muy útil es revestirlos siempre con fundas para que, llegado el caso de que haya que reemplazarlos, no sea necesario deshacerse ni del relleno, ni del sillón de gran tamaño. Simplemente con una lavada de cara cambiando el género que los recubre será suficiente. Y se suma la ventaja de que su limpieza es mucho más sencilla al poder meter las fundas en el lavarropas.
En cambio, si se tratara de una alfombra de muchos años, fabricada con materiales sintéticos, tal vez será mejor dar lugar a una nueva alfombra de tejidos naturales, como el algodón o el mimbre, que resulte más volátil para actualizar el espacio. Una alfombra puede ser una gran aliada cuando debemos ocultar alguna zona del piso que esté dañada.
Centrar la atención en una pared
Otra de las ideas para imprimirle un aire fresco a los ambientes es elegir una pared y hacer que sea protagonista de ese espacio. En una transformación como ésta se podría, por ejemplo, armar una composición de cuadros para colgar, ya sean de fotografías, dibujos o pinturas, que seguramente llamarán la atención y atraerán la vista hacia ese lugar.
Cuando se utiliza este concepto es mejor no pretender darle la misma importancia a otra pared dentro del espacio repitiendo el recurso ya que, más allá del impacto en el bolsillo, se estaría recargando el ambiente, por lo que el efecto decorativo que se desea lograr no podría lucirse.
Y cuando se trata de paredes, una alternativa que jamás falla es la de darles una mano de pintura, ya sea del mismo color para devolverles su encanto inicial, o elegir una de ellas para que genere un contraste con un color diferente.
Los detalles hacen la diferencia
Es importante que el ambiente se encuentre siempre ordenado y limpio, ya que por mucho esfuerzo que hayamos puesto en el diseño y la decoración del mismo, si el espacio se presenta algo caótico y sucio será imposible ver todas sus capacidades.
Dicho esto, elegir piezas decorativas más pequeñas que acompañen al mobiliario es una gran ocasión para poner en evidencia nuestros gustos y personalidad. Y son estos detalles los que completan el conjunto y le dan un sentido al diseño.
Elegir entonces algunos complementos como jarrones, floreros, libros y velas, que pueden incluso despertar nuestro sentido del olfato emanando un agradable aroma, hará que el espacio se sienta renovado y con una mayor calidez.
Acercar la naturaleza al interior del hogar
Un truco sencillo para cambiar un rincón, o la superficie de un mueble, es con la incorporación de flores o plantas. Colocar en un jarrón flores naturales que se pueden encontrar en tu jardín es una linda manera de integrar la cuota de verde que se precisa para generar un ambiente más alegre. Coronando una mesa de comedor, o adornando una mesa lateral o de arrime, resulta una excelente solución para generar mayor interés.
También se pueden colocar macetas con plantas colgantes arriba de bibliotecas o estanterías, y si las plantas tuvieran un tamaño más considerable pueden resultar la compañera perfecta para escoltar la pared focal o hasta levantar un rincón olvidado.
Tener a la naturaleza más cerca en nuestra rutina diaria aumenta nuestro estado de ánimo y llena de color y vida el ambiente, además de aportar la frescura que se mencionaba anteriormente.
Cambiar la distribución de los ambientes
Hay veces que no se precisa comprar un mueble nuevo para que el espacio se sienta renovado, sino simplemente rotar los que ya tenemos para encontrarles una nueva ubicación dentro de la casa, e incluso, una nueva función.
Invertir el orden dentro de un ambiente moviendo los muebles de su sitio, o llevándolos a otro espacio completamente distinto hace que, aunque ya sean muebles adquiridos, se les brinde una segunda oportunidad y así tendremos una nueva mirada hacia ellos.
Jugar e ir probando las distintas opciones posibles, hasta encontrarle a nuestros muebles un lugar diferente que tenga sentido, hará que en muchos casos se tenga la sensación de haber adquirido mobiliario nuevo.
Personalizar el ambiente con un DIY
No hay que ser un experto en el diseño para animarse a personalizar algunos de los muebles y objetos actuales con nuestras propias manos. Será mejor comenzar por pequeños proyectos que no representen un desafío muy grande, y a medida que se vaya tomando confianza ir planificando nuevos retos.
Poner una capa de pintura a un mueble antiguo heredado, eligiendo uno de los colores de la temporada, o un color atemporal, hará una gran diferencia al rejuvenecer ese mueble con historia. Este es solo un ejemplo de lo que se puede lograr si nos proponemos realizar personalmente un cambio radical en alguna pieza que ya sea nuestra, poniendo nuestra creatividad en acción.