Los días de calor se van aproximando y para mantener el calor fuera de la casa es posible seguir una serie de consejos prácticos que ayudan a mantener las temperaturas elevadas en el exterior, logrando una casa fresca sin el uso indiscriminado del aire acondicionado.
Cambiar la ropa de cama
Así como con la llegada del frío las telas más gruesas y pesadas resultan la solución para darnos cobijo y calor, en el verano lo ideal es inclinarse por una ropa de cama que se encuentre confeccionada con géneros más etéreos, como el lino o el algodón.
Reemplazar los textiles por opciones más livianas y transpirables es un acierto ya que será un gran disparador para que el ambiente se sienta y perciba más ligero. Al cambiar la ropa de cama lo mejor es no solo tener en cuenta la textura de la tela, sino elegir entre las tonalidades más claras para aportar una mayor luminosidad y pureza.
Y para aumentar aún más la sensación de frescura es un buen recurso cambiar también las fundas de los almohadones y del pie de cama por unos géneros con las mismas características mencionadas anteriormente, así como la alfombra que pudiera rodear la cama debería ser cambiada por una de pelo más corto, realizada en algodón o en fibras naturales, como el mimbre o yute.
Reemplazar las bombitas tradicionales
Las bombitas clásicas han ido perdiendo fuerza en el mercado, ya que no solo tienen una gran responsabilidad en la factura de la luz, sino que emiten mucho calor. Hoy en día, las más recomendadas son las bombitas de led, o de bajo consumo.
Por tal motivo, no solo suponen un gran ahorro, que es un dato no menor, sino que al estar fabricadas con un disipador de calor garantizan que en el uso cotidiano no haya una emisión que se deba enfriar con otro mecanismo, como el aire acondicionado, para compensar.
Además, tienen la capacidad de regular su intensidad o de ser programadas a través de la tecnología, para que se enciendan en un determinado horario o cuando los sensores perciban movimiento. De esta manera, a través de las bombitas led se podrá cuidar su uso y también crear distintos ambientes, logrando con una luz tenue que un espacio se sienta más íntimo y fresco.
Cortinas ligeras en ventanales
Para que el aire proveniente del exterior pueda circular libremente por el interior de nuestro hogar es aconsejable que las ventanas se encuentren vestidas con géneros livianos y traslúcidos. Las telas pesadas y gruesas, como el terciopelo, se deben guardar hasta el próximo invierno, luego de haber sido lavadas para que estén listas para usarse cuando así se requiera.
Renovar las ventanas con cortinas con telas ligeras y claras, como la gasa pañalera, una de las grandes favoritas en cuanto a cortinas se refiere, permite la correcta circulación del aire, a la vez que multiplica la luz haciendo que el ambiente se sienta más fresco al instante. Este tipo de material otorga cierta intimidad puertas adentro, pero refleja el sol, aunque sin absorberlo.
Y siempre que sea posible es una gran idea crear corrientes de aire para refrescar la casa. Esto se logra abriendo ya sea ventanas o puertas que se encuentren en distintas posiciones, poniendo atención hacia donde dan y así abrirlas en una cierta medida para lograr el mayor provecho posible de esas aberturas.
El color como herramienta
La incidencia del color para generar espacios agradables y frescos es sumamente importante. Al momento de decidir qué colores elegir para pintar paredes, e incluso para el uso de los textiles, o en los muebles, se debe tener en consideración que un tono claro es el adecuado para lograr el efecto deseado.
Los colores suaves tienen la habilidad de crear ambientes más relajados, y no absorben la luz de los colores, sino que, por el contrario, la rechazan, motivo por el cual resultan más frescos. Estos tonos filtran de manera sencilla la luz a todas las distintas áreas de la casa lo que permitirá acentuar la iluminación en el hogar, factor fundamental para que los ambientes se sientan con mayor amplitud y frescura.
Y los colores en tonos fríos, como el verde o el azul rememorando a la naturaleza, nunca fallan, cumpliendo también con este objetivo. Y el color amarillo, en las dosis correctas, aporta también alegría y frescura. La decisión de elegir uno u otro color dependerá del gusto y las preferencias personales de cada uno.
Sumar plantas en el interior
Son múltiples los beneficios que podemos disfrutar cuando incorporamos plantas en el interior de nuestro hogar. Una de esas cualidades es que son un instrumento perfecto para regular la temperatura en el ambiente, por lo que resultan muy útiles para hacer de un ambiente más fresco.
Para este punto, es necesario consultar en un vivero o con un profesional especializado sobre cuáles son aquellas especies de plantas que absorben entonces el calor, y así poder bajar algunos grados la temperatura ambiental dentro de una casa, y de una manera totalmente natural.
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