Los jardines verticales han ido ganando cada vez más terreno y se han convertido en tendencia en los últimos años, generando increíbles efectos en las fachadas de edificios residenciales y de oficinas, en hoteles y en locales comerciales, por mencionar algunos. Es que no solo aportan su singular belleza, acercando el verde de la naturaleza a la vida urbana, sino que mejoran el aire al ayudar a aumentar los índices de oxígeno y al contrarrestar los niveles de contaminación en las ciudades.
Si te gusta entonces este concepto y tomaste la decisión de replicar esta decoración vertical en alguna pared de tu hogar, es importante que continúes leyendo para conocer cuáles son los errores más frecuentes que se deben evitar, para lograr el objetivo de embellecer tus rincones con verde.
Error en la elección de plantas
uso de esta herramienta será meramente estético o para tener a mano las distintas hierbas aromáticas u hortalizas para cocinar, por ejemplo.
Teniendo esto en mente ya estaremos en condiciones de seleccionar las especies que sean aptas para tal fin. También, por supuesto, no será lo mismo si se trata de un jardín vertical de exterior o uno de interior, ya que las especies variarán según su ubicación.
No considerar el ambiente
Ligado al punto anterior, ya sea de interior como de exterior, la ubicación del mismo determinará las condiciones ambientales a las que las plantas se verán expuestas como la humedad, el calor, las corrientes de aire o viento y también la temperatura. Conocer la orientación y demás circunstancias nos permitirá elegir las especies que mejor se adapten a esas características.
No tener registro del posible tamaño final de las plantas
Es un error no tener en cuenta que, al tratarse de plantas que no son artificiales (que existen y funcionan muy bien también), éstas irán aumentando su tamaño, por lo que es conveniente no desconocer su volumen, una vez que han crecido, para determinar si nos sirven en ese espacio.
Muchas veces la elección de tener un jardín vertical en nuestro hogar se define por el deseo de introducir algo de verde en él, pero teniendo un espacio reducido para lograrlo, por lo que entonces se recurre a las paredes. Si las plantas tomaran más espacio de lo deseado, en ese caso, nos invadiría todo el ambiente.
Pretender regar manualmente como si estuvieran en macetas
El mantenimiento del muro natural es sumamente importante para que siempre nos brinde un buen aspecto, y es el riego uno de los factores cruciales que harán que el jardín vertical luzca sano y despliegue todo su encanto.
Pero se debe tomar en consideración que el sistema de riego es distinto al que comúnmente se utiliza debido a su posición. En este caso, el sistema más aconsejable es el de recurrir a un riego por goteo, con un método de canalización, que permite que el agua se distribuya de manera pareja. Y si estuviera automatizado lo ideal es contar con un sistema que nos asegure que funciona correctamente o de lo contrario, nos alerte si algo estuviera fallando.
Y la distribución de las plantas debería hacerse también recordando que aquellas que son más jóvenes precisan más cantidad de agua, por lo que lo recomendable es colocarlas en la zona inferior.
No brindarle la luz que precisa
Si se colocara el jardín vertical en un espacio donde no hubiera suficiente luz es importante proporcionarle iluminación a través de la luz artificial, ya que es necesaria para que progresen si no contaran con la luz natural.
Existen lámparas que estimulan el momento de la floración y de su crecimiento, como son el caso de las lámparas de sodio, las de aditivos, e incluso, las de LED.
También al momento de armar el muro verde se deben ubicar las plantas teniendo en cuenta la incidencia de la luz, ya que no es lo mismo el sector bajo que el sector alto del mismo.
Olvidarse del mantenimiento
Como mencionamos anteriormente, al no tratarse de plantas de plástico, es determinante realizar los cuidados básicos de mantenimiento para que nuestro jardín vertical tenga una larga vida útil. Revisar cada tanto que el sistema de riego funcione correctamente, aunque se encuentre automatizado, es una de las primeras medidas. Comprobar que la tierra se encuentre húmeda, en particular en las plantas de interior y rociar sus hojas con agua para que recuperen nuevamente el brillo y se limpien del polvo acumulado.
Luego se debe incluir el realizar una poda, si fuera necesario, quitando aquellas plantas que se encuentren afectadas por enfermedades o por plagas, y abonar aquellas que lo requieran con el fertilizante adecuado.
El control mensual del estado de nuestro jardín determinará que nuestro proyecto nos brinde los resultados que esperamos obtener por muchos años.
Es momento de dejar atrás las incertidumbres y convertir algún sector de tu hogar, ya sea la terraza, la cocina o cualquier pared interior o exterior que deseemos, en nuestro propio oasis verde.
