Una bandeja es una herramienta excelente para agrupar aquellos pequeños objetos que precisan de una contención y que, de otra manera, solo generarían un ruido visual al estar simplemente desparramados en el espacio.
Los materiales de confección son muy variados por lo que una bandeja se puede adaptar sin inconvenientes al estilo de diseño dominante en el ambiente. Realizadas en fibras naturales son las que actualmente se encuentran en tendencia, pero también se pueden ver frecuentemente bandejas de terrazo, espejadas, metálicas, de madera o de cerámica, entre otros posibles productos.
Además de funcionar como un elemento ornamental al unir distintos objetos decorativos la bandeja tiene la ventaja de que se puede levantar de forma sencilla cuando se precisa utilizar la superficie de apoyo donde se encuentra para otra finalidad. Podría ser entonces que tenga su lugar privilegiado sobre la mesa ratona del living, la cual se necesitará despejada al momento de recibir visitas.
Sumar velas decorativas
Uno de los elementos más frecuentes para añadir en una bandeja como elemento decorativo son las velas. No hay ambiente que se les resista, ya que tener la posibilidad de disfrutar de sus más ricos aromas genera una sensación muy placentera en cualquier persona que ingrese a ese espacio donde se encuentran.
Además, no solo despiertan el sentido del olfato, sino que hoy en día existe un abanico muy amplio de modelos de velas que se esfuerzan en crear unos diseños con mucha estética, de tal manera que resultan un adorno decorativo en sí mismas. En envases de vidrio simples, metalizados, con tapa de madera o sin, incluso en carameleras o copones de vidrio tallado, las opciones son infinitas y para todos los gustos.
Es una buena idea ubicar 3 velas de igual o distinto color, jugando con las diferentes alturas para armar una interesante composición. De tratarse de colores diferentes se recomienda que se mantengan dentro de una misma gama o similar para que siga una coherencia. Pero otra combinación posible es la de mezclar velas con otras piezas decorativas como jarrones, candelabros o cualquier otro elemento que refleje tu estilo.
Incorporar piezas decorativas
Como mencionamos en el punto anterior, una bandeja es una excelente manera de contener elementos decorativos de menor tamaño, que si estuvieran sueltos en lugar de agrupados no se lucirían y quedarían perdidos en el espacio. Uniendo a todos ellos se produce un punto focal muy interesante y sofisticado que, sin lugar a dudas, se robará todas las miradas.
Dentro de la bandeja se debe recordar utilizar lo que se denomina el triángulo visual para componer, es decir, elegir objetos decorativos impares que presenten características diversas, como podría ser la altura, para lograr un efecto óptico atractivo.
Este es un práctico recurso para decorar la superficie de una mesa de centro, de un aparador o de una estantería o biblioteca. Y para que los complementos que hay en ella funcionen como un conjunto, aun cuando presentan distintos tamaños, es importante que se tenga en cuenta la armonía del color. Por último, acerca de las dimensiones de los objetos, es esencial seleccionar aquellos que no sean demasiado grandes para que guarden un equilibrio con la bandeja contenedora.
Darle protagonismo a las flores
Otra propuesta para decorar un ambiente con una bandeja es sumar en ella un jarrón con flores. No importa si se tratan de flores frescas o secas, esto dependerá del gusto de cada individuo, esta opción es ideal para llenar de frescura cualquier espacio.
Sumar flores resulta siempre un acierto ya que tienen la capacidad de animar cualquier lugar donde se las ubique, y si se va renovando con diferentes tipos según la estación del año, será como tener una decoración distinta con cada cambio. Además, como ocurre con las velas, si se trataran de flores frescas, las mismas aportarán un exquisito olor que invadirá todo a su alrededor.
Es aconsejable combinar el jarrón o florero con elementos más chicos que no compitan en importancia, como podrían ser unas velas o también una pieza decorativa menor. Así se logrará que las flores destaquen dentro de la unidad, respetando en todo momento el triángulo visual.
Funcionar como espacio de almacenamiento
La última alternativa que se propone es la de aprovechar la bandeja con un fin práctico. Ya no se trata solo de que cumpla con un rol decorativo, sino que pasa a tener un objetivo más funcional.
Una bandeja puede ser una gran aliada para reunir aquellos objetos que resultan útiles en nuestra rutina diaria, y así ayudar a mantener el orden y la organización. Según el ambiente donde se encuentre pueda convertirse en el lugar perfecto para colocar nuestra colección de perfumes o elementos de aseo personal. Incluso donde dejar las llaves de la casa y demás elementos con los que es preciso salir si se ubicara en una mesa de entrada.
Su uso se ajustará a las necesidades puntuales de los dueños de casa, pero es clave no olvidar que una bandeja puede no solo ser estética, sino que puede ayudarnos también a resolver fácilmente dónde ubicar objetos valiosos para nuestro funcionamiento diario.
