Tener el beneficio de contar con una buhardilla en el hogar es tener una superficie extra que siempre suma, y mucho, en la vida de los dueños de casa. Y aunque se trate de un espacio con techos más bajos que 1,20 mts., esta nos ofrece la posibilidad de añadir una zona de almacenaje que es muy bienvenida. 

Pero si su altura fuera más generosa, y con algo de creatividad, se puede crear un ambiente con gran encanto, que cubra distintas necesidades, como podría ser una zona de oficina, un área de juego para los más pequeños, o una habitación de invitados si es que se suele recibir visitas, por mencionar algunos ejemplos.

Sus techos inclinados, que son su principal atractivo, pueden significar un importante desafío al momento de encarar su diseño, pero con algo de imaginación no hay reto imposible, y se puede lograr en la buhardilla un resultado increíble.  

Detenerse a diseñar

Como se trata de un espacio de medidas particulares, es fundamental tomarse el tiempo para armar el lugar. Está claro que una buhardilla no presenta dimensiones convencionales, ni en el suelo ni en la altura del techo, por lo que no se debe ser espontáneo en su diseño y así evitar errores.

La conclusión entonces es que en un ambiente con estas características la planificación es esencial. Se debe tener seguridad primero en el uso que se desea darle, y luego dedicarle el tiempo necesario para garantizar que el diseño sea el acertado.

Para ello es crucial tomar las medidas con las que se cuenta para poder saber si es útil para la función que proyectamos que realice, y actuar en consecuencia, transformando el espacio en aquel ambiente lleno de estilo y personalidad que necesitamos.

Decantarse por los colores claros

Como ya mencionamos en posts anteriores, en ambientes reducidos o con techos de poca altura, es siempre una buena idea inclinarse hacia los colores claros, en especial el blanco, para aumentar la sensación de amplitud. Por tal motivo, una buhardilla con paredes y techos (hasta vigas) de blanco es un buen recurso para generar la ilusión óptica de que se cuenta con un mayor espacio. 

Otras opciones habilitadas, y que cumplen con ese mismo requisito, son los colores en tonos claros o pasteles, al ser de suave intensidad. Y en el caso de que se tratara de un espacio de juegos, o si se quisiera agregar notas de color en un cuarto de invitados, lo correcto es sumar a los colores más vibrantes en elementos de menor peso visual, como es el caso de los textiles o en los objetos decorativos.

Y para los pisos y muebles se debe seguir, en lo posible, la misma regla, tonos claros para ayudar a replicar la luminosidad y así aumentar visualmente el espacio. Elegir entonces una madera clara en ambos casos es lo más recomendable, brindaran todas las ventajas anteriores, además de ganar en calidez.

Mobiliario de poca altura

En un ambiente con techos bajos es mejor elegir muebles de igual condición, ya que el que compartan la baja altura genera también una mayor sensación de amplitud. Es entonces que si la buhardilla se destinara como habitación de visitas una cama baja funcionará mejor que una de medida tradicional.

Los muebles modulares son la perfecta alternativa ya que su versatilidad logra que se ajusten específicamente para el lugar de destino. Y el que sean a medida nos asegura que se pueda aprovechar al máximo cada rincón, al poder armar un mueble que se adapte a las limitaciones del espacio.

De todas maneras, al ser una solución que requiere inversión, se puede acudir también al uso de canastos y cajas para las zonas de menor altura. Existe un amplio abanico de modelos, de distintos tamaños y materiales, para crear un producto sumamente estético. Igualmente, no se debe saturar el espacio para que no haya tantas barreras que interrumpan la visión. Contar solo con lo que se precisa, y que respete el estilo decorativo de la casa, es lo que funciona.

La iluminación: pieza clave

Siempre repetimos la importancia de que un ambiente sea luminoso para que sea un lugar que provoque quedarnos, al tener las cualidades de ser acogedor y confortable. Por lo tanto, si la buhardilla no cuenta con la luz natural suficiente, es importante generarla y así lograr un espacio que se encuentre entre los favoritos dentro del hogar.

Una ventana en el techo es la elegida por excelencia, no requiere de una gran obra, y a través de ella se puede lograr que los rayos de sol inunden el pequeño espacio, llenándolo de energía. Es así como una ventana en el techo puede ser la gran protagonista de la buhardilla, al ser un elemento de diseño muy notable que logra una atmósfera de lo más agradable.

Pero, además, es preciso planear una iluminación artificial que se ajuste al espacio y que cubra todos los requisitos imprescindibles para que el uso de la buhardilla sea todo un éxito. Se deben decidir las distintas áreas de luz e implementarlas a través de lámparas de mesa, de pie y apliques.