Darles una nueva vida a los muebles antiguos es una de las tendencias que viene pisando fuerte. Las visitas a tiendas de antigüedades y mercados de pulgas se han vuelto más atractivas para los interioristas y para los amantes del diseño, que entienden que allí es posible encontrar piezas únicas y originales para darle un giro inesperado a nuestra decoración.
Es necesario correrse de los lugares convencionales donde normalmente se obtienen los muebles, para descubrir un mundo paralelo en el que las piezas antiguas son de un gran valor.
En muchas ocasiones ocurre también que estos muebles clásicos simplemente se heredan, por lo que es una buena oportunidad para contar con un elemento exclusivo, sometiéndolos a un proceso de restauración que realce su belleza y lo adapte a las necesidades actuales. Porque cualquier mueble antiguo puede ser renovado, no importa su material ni diseño, ya sea para devolverle su estado anterior, o para mejorarlo.
Ventajas de restaurar
Se pueden enumerar muchos beneficios al definir la restauración de un mueble antiguo que nos garantiza que, la decisión de brindarle un nuevo aspecto, bien vale la pena.
La primera de ellas es que los muebles construidos varias décadas atrás poseen materiales de mayor calidad, por lo que una vez restaurado, nos acompañará por muchos años. Normalmente son de madera maciza, por lo que cuentan con una gran solidez, y poseen un buen ensamblaje y herrajes.
Y ese mueble restaurado resultará único y exclusivo, por lo que es una manera de evitar que nuestro ambiente se vea igual que un catálogo de muebles. La moda va guiando en las compras que se realizan para el diseño y la decoración de nuestros hogares, por lo que los espacios de una casa y otra tienden a ser más o menos iguales. El contar con una pieza original rompe con esa repetición, logrando que nuestro ambiente tenga carácter y personalidad.
No importa el estilo que se haya elegido para diseñar un ambiente, un mueble restaurado se adapta fácilmente en cualquier sitio, y seguramente será el foco de atención de ese lugar. Y con su presencia va a darle un aire diferente y original al espacio, una característica que se debe intentar obtener con el diseño dentro de nuestro hogar.
Beneficios de reciclar mobiliario heredado
A las ventajas anteriormente mencionadas, que también aplican para un mueble adquirido de un familiar y que ya tenemos en nuestro poder, se pueden agregar otros dos beneficios importantes.
Por un lado, que nos permite aumentar nuestra capacidad de ahorro, al no tener que enfrentar el gasto de comprar un mueble nuevo en reemplazo del anterior, dato más que significativo para la economía de hoy en día.
Y por el otro, estaremos conservando un elemento con una gran carga afectiva, por haber pertenecido a la familia, que lo convierte en una pieza muy especial. Este valor adicional, más allá del diseño que el mueble presente, tendrá un alto impacto en nosotros cada vez que lo veamos, ya que seguramente nos movilizará y nos traerá gratos recuerdos a nuestra mente.
Un plus en sostenibilidad
El interés por la sostenibilidad en decoración ha ido en aumento haciendo que cada vez sean más las personas que apoyan y realizan un consumo a conciencia, y siguiendo los criterios para que la utilización sea responsable y respetuosa con el medio ambiente.
Es así como las piezas heredadas, o de segunda mano, fueron cobrando mayor sentido, ya que, de no ser renovadas, muy posiblemente terminarían siendo descartadas y arrojadas a la basura.
Pasos para restaurar
La preparación del mueble antiguo es uno de los pasos clave para que el resultado sea el esperado. Como primera medida entonces se debe limpiar, pasando un trapo húmedo con agua y jabón neutro, y ya libre de impurezas, se debe aplicar un removedor de capas para eliminar su acabado, ya sea pintura, esmalte, o barniz. Es importante tener en cuenta que muchas veces es preciso repetir la maniobra para alcanzar el estado que queremos. Y para finalizar esta primera etapa se debe lijar, para asegurarnos de que no quede ningún resto de acabado no deseado.
Cuando el mueble se encuentra ya lijado, tal vez pueda ocurrir que se observen fisuras que se deban rellenar. Esto es un proceso muy sencillo ya que, con la ayuda de una espátula, se coloca un poco de masilla cubriendo la grieta y se deja secar. Luego se vuelve a lijar la zona para que quede lisa al tacto.
Luego llega el turno de arreglar bisagras, tiradores y demás elementos que se encuentren rotos, o algo oxidados, para que, concluido este paso, se pueda proceder a darle el acabado final.
Acabados posibles
Más allá del barnizado que se le puede pasar al mueble clásico para realzar sus líneas, existen varios acabados que se pueden elegir en el momento de restauración, que le pueden otorgar un mayor interés visual a la pieza.
El decapado es uno de ellos, y es una técnica en la que luego de aplicar la pintura, se vuelve a lijar el mueble para eliminar parte de ella en algunas zonas, y que se vea la madera que hay debajo. Ideal para lograr un estilo rústico o vintage.
La pintura a la tiza es otra alternativa, y que posee grandes adeptos, ya que es muy sencilla de aplicar por no requerir eliminar el acabado anterior, sino que simplemente se puede pintar sobre él cubriendo al detalle.
Otras opciones posibles son utilizar empapelado, sobre todo para cubrir las paredes detrás de una vitrina, o para forrar estantes, si es que no se decide envolver el mueble por completo para darle un estilo más personal. Y similar al empapelado, pero utilizando un recurso más manual, se pueden utilizar los stencil para formar los más originales diseños.
