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¿Quién no quisiera sentir esa paz y calma que nos brinda estar de frente al mar, pero encontrarla desde la comodidad de nuestra casa? Este anhelo es posible si llevamos adelante el diseño de nuestro hogar siguiendo las pautas del estilo Mediterráneo. 

Paredes con cal

Para interpretar fielmente al estilo Mediterráneo es preciso tomar en consideración que, tradicionalmente las paredes de una vivienda con este estilo, se encuentran encaladas, por lo que se caracterizan por su rugosidad e irregularidades.

Este revestimiento hace que tanto las paredes exteriores, como las interiores, resulten sumamente atractivas por sí solas, añadiendo personalidad al conjunto. Y corren con la gran ventaja de crear interiores más frescos, al lograr que las paredes absorban menos energía térmica.

De todas maneras, es posible encontrar versiones más actuales donde las paredes se presentan totalmente lisas. Lo que es importante mantener es que el color predominante sea el blanco.

Vigas a la vista

Este es un estilo de diseño que centra su atención principalmente en los materiales estructurales de la vivienda, por lo que dejar las vigas a la vista son uno de los recursos más utilizados cuando se quiere que el ambiente porte la impronta del estilo Mediterráneo. 

Estas vigas se presentan generalmente de madera clara, o pueden también pintarse, ya sea de blanco, o de alguna tonalidad dentro del color azul, en alusión al mar.

Entre viga y viga es muy frecuente encontrar en este tipo de inmuebles los clásicos tablones alineados uno pegado al otro, o también realizar el relleno con cañas, que pueden conservar su color natural, o estar pintadas de blanco.

Colores habituales

Los colores por excelencia en este estilo son aquellos que representan a la naturaleza que rodea a los países que bordean las costas del Mar Mediterráneo.  

La influencia de la arena, con el color blanco como el gran protagonista, o en su defecto un tono suave de beige; y la reminiscencia del cielo y el mar, con el color azul en todas sus formas, desde las tonalidades más tenues, como el turquesa o celeste, hasta los tonos más intensos, como el lapislázuli, índigo o cobalto.

El color blanco inunda prácticamente todos los rincones de la vivienda, cubriendo paredes, techos y hasta pisos, e incluso en el mobiliario de gran tamaño, como podría ser un sillón. El color beige normalmente se puede encontrar en complementos como, por ejemplo, una alfombra, una lámpara o una mesa de madera. En el caso del azul se puede utilizar para los elementos estructurales que se desean destacar, como podrían ser puertas, ventanas, e incluso vigas, y, por supuesto, también en textiles y objetos mas pequeños.

Homenaje a las curvas

Otra de las características principales de un hogar inspirado en el estilo Mediterráneo es que huirá de las esquinas rectas, volcándose hacia formas más orgánicas. 

De esta manera se podrán ver puertas y ventanas arqueadas, al igual que sucede con los revestimientos de interior. Las esquinas se presentarán también redondeadas para lograr un ambiente más descontracturado y relajante.

Influencia del Minimalismo

Como mencionamos anteriormente, el foco está puesto principalmente en los elementos arquitectónicos que componen la escena, por lo que un espacio de estilo Mediterráneo contará con muy pocos complementos decorativos.

La auténtica frase de “menos es más” también se puede poner en práctica en este estilo, ya que se deben sumar pocos elementos, pero que garanticen la comodidad en el lugar. Al evitar cualquier exceso será posible transmitir una agradable sensación de paz y tranquilidad. Sentimientos que se pueden lograr al encontrarnos en la playa, observando el oleaje del mar.

Presencia de piedra natural

Un recurso muy frecuente en el estilo Mediterráneo es el uso de la piedra natural, tanto en revestimiento de paredes, como en el piso. En dicho caso, la piedra debe ser de color muy claro, incluso blanco.

Al ser un estilo que se encuentra inspirado en la naturaleza, toma lo mejor de ella para utilizar esos materiales naturales por toda la vivienda. De todas maneras, es necesario aclarar que para los pisos se puede utilizar también la madera, siempre clara, y recurrir a mosaicos calcáreos, para los sectores del baño y la cocina.

Muebles de obra

Un interiorismo de estilo Mediterráneo contará muy probablemente con muebles de obra en alguno de sus ambientes.

Sillones de material, a los que luego se les suma una colchoneta y almohadones para transformarlos en un asiento cómodo y mullido, o la estructura de un ropero, ya sea para una habitación, o como despensa en la cocina, o como espacio de almacenamiento en el baño al que se le agregan las puertas o cortinas de mimbre o tela.

Materiales naturales

Continuando con la necesidad de evocar a la naturaleza suena lógico que los materiales que se encuentren en un hogar de estilo Mediterráneo sean extraídos de la misma.

Así es como los muebles contarán con materiales y acabados naturales, y donde las fibras naturales resultarán perfectas en lámparas, alfombras y sillones individuales, por mencionar algunos ejemplos. Los textiles de lino y algodón serán ideales para fundas, almohadones y ropa de cama. Todos son elementos que irradian frescura y calidez, una cualidad muy característica en este estilo.