Las repisas, estanterías o bibliotecas abiertas son una gran oportunidad para poder plasmar nuestra esencia y dejar en evidencia nuestros gustos personales y aquellos elementos que nos llaman la atención.
Ya sea por un valor sentimental o por encontrarle un atractivo estético interesante al elemento, es necesario que todo lo que dispongamos en los estantes tenga un significado para nosotros. Que no se encuentre allí simplemente para llenar un vacío en la repisa si no que nos movilice de alguna manera.
Y una vez que tenemos nuestros objetos elegidos para exhibir es importante saber cómo ubicarlos para que al ver el mueble exista un orden y un sentido de los elementos exhibidos y se puedan lucir.
Respetar el espacio vacio
Es muy frecuente encontrarse con repisas abarrotadas de objetos sin sentido, por el simple hecho de cubrir la totalidad de su superficie y no dejar “espacios en blanco”. Como mencionamos anteriormente, es clave que la decoración sea bien elegida y por tal motivo, darle entonces a cada uno de esos objetos el espacio que merece para que pueda destacar dentro de la biblioteca o estantería.
En una estantería con divisiones es mejor colocar pocos objetos en cada división, por ejemplo, en una de divisiones cuadradas se podría dejar un solo objeto en el centro de uno de sus espacios, logrando que visualmente se vea más ordenada y armónica.
Composicion de libros
El libro es un elemento clásico que se puede encontrar decorando la gran mayoría de las bibliotecas. La temática de los mismos dependerá del gusto y el interés personal de los dueños de casa, siendo tendencia en los últimos años los libros que hablan sobre decoración.
Existen distintas maneras de disponerlos, una de ellas, si se cuenta con una gran cantidad de libros, es ubicarlos en un estante de manera vertical, luego en el de abajo de forma horizontal, y en el siguiente, nuevamente de modo vertical.
Si se contara solo con algunos ejemplares se deberá elegir ubicarlos a todos en un solo espacio, en disposición vertical u horizontal, teniendo en cuenta que si se los colocara de modo horizontal pueden ser acompañados por otros elementos decorativos pequeños arriba de ellos.
Otros elementos que pueden resultar útiles para decorar una biblioteca o estantería son macetas con una planta pequeña o colgante, jarrones, floreros, cuadros, portarretratos, cuencos, canastos y cajas, objetos de arte, velas, relojes de arena, es decir, cualquier objeto que respire nuestra esencia y ayude a embellecer nuestro mueble.
Agrupar mediante el triangulo visual
Una técnica que permite que los elementos exhibidos se vean equilibrados es agrupándolos. Y al hacer composiciones y arreglos decorativos usando esta herramienta con números impares se forma un triángulo visual que le brinda una armonía a la percepción espacial.
Y para que esta ilusión óptica resulte interesante se debe jugar con elementos decorativos que presenten distintas alturas para lograr una de las 3 formas posibles de lograr el triángulo: el equilátero, dejando el objeto más alto por detrás y los demás a ambos costados; el rectángulo, colocando los elementos ordenados del más alto al de menor tamaño, pudiendo ubicar a los más pequeños delante para generar profundidad; y, por último, el invertido, contando con una base sólida en lo alto y un solo elemento, o muy pocos, de menor tamaño en el centro de la composición.
No es necesario en lo absoluto que la composición se realice con elementos de igual índole, es decir, solo velas, o solo jarrones, si no que la mezcla de todos ellos, respetando el triángulo visual, hará que el conjunto se vea muy apetecible visualmente.
Paleta de colores ideal
Como regla general, que también se utiliza para decorar ambientes enteros, se debe respetar una paleta cromática que sea predominante para no perder la armonía y el equilibrio que buscamos, y que los elementos de mayor tamaño se encuentren dentro de esa gama o combinen sin dificultad entre sí.
Se deben elegir de 3 a 5 colores y mantenerse dentro de los mismos cuando vamos incorporando objetos y demás elementos a la decoración de la estantería o biblioteca, ya que además del principal se pueden agregar otros colores con acentos en pequeños elementos decorativos pero que generarán un gran impacto con el contraste.
Utiliza cajas y canastos para decorar
Las cajas y canastos pueden resultar una gran solución para ocultar todo aquello que no resulte estético pero que por diferentes motivos debamos o queramos conservar. Ya sea un elemento decorativo al que le tenemos afecto por quién nos lo regaló, algún recuerdo de viaje, o incluso cables de algún aparato tecnológico pueden terminar ahí dentro para seguir teniéndolos a mano, pero, al no tener un valor estético, fuera de nuestro campo visual.
Por supuesto que no puede tratarse de cualquier caja o canasto, ya que al ser visibles deben ser atractivos con su diseño y material, como podría ser uno de fibras naturales o de fieltro, ya que resulta fácilmente combinable con el diseño del resto del espacio. Sumando entonces este tipo de canastos se estaría agregando, además, una mezcla de texturas que provoca un resultado muy enriquecedor para el espacio.
