Lograr sentirnos cómodos en nuestro espacio personal es fundamental para que al ingresar a nuestra casa nos invada una sensación de bienestar por haber llegado a nuestro refugio. La idea de un lugar que no nos represente, que no refleje nuestra personalidad y gustos personales, lejos de ayudarnos a crear emociones placenteras nos provocará malestar, estrés y ansiedad.
Es por este motivo que es sumamente importante que los ambientes hablen por nosotros, sumando mobiliario y elementos decorativos que más nos identifican, además de mantener un orden diario en los distintos ambientes para que éstos tengan la posibilidad de lucirse y que no queden escondidos dentro de tanto alboroto.
El desorden y los ambientes completamente impersonales pueden dañarnos a nivel personal, por lo que a continuación vamos a descubrir cómo afecta la decoración del hogar en nuestras emociones.
El color como recurso
No existe una regla de correcto e incorrecto en el uso de color, tanto para las paredes, como para el mobiliario y textiles dentro de una casa, ya que la decoración emocional es completamente personal, y en ella debe prevalecer el estilo individual de los dueños de casa. Tener el foco puesto en uno y en nuestros familiares contribuirá a producir esa sensación de hogar tan enriquecedora.
Pero sí hay estudios que confirman cuáles son las sensaciones que originan cada uno de los colores, por lo que la recomendación es limitar el uso de colores vibrantes a los sectores comunes de la casa, donde se realizan las reuniones sociales, con familiares y amigos. Una paleta de colores llamativa, por supuesto en la medida justa, hará que el ambiente tenga carácter e inyecte una energía y vigor mayores.
Por el contrario, en una habitación siempre será una excelente decisión decantarse por colores más relajantes y neutros para que nos apoyen en lograr un ambiente que invite más bien al descanso, donde se pueda leer, dormir o cualquier otra actividad que nos distienda.
Sumar elementos que incentiven el pensar en positivo
Es interesante tener un registro de cuáles son los materiales que, gracias a sus texturas o estética visual, nos hacen sentir bien. De esta manera, teniendo en mente estos elementos, se podrán incorporar al diseño del lugar para hacernos sentir una grata experiencia, y avivar nuestros más lindos sentimientos.
Crear espacios amigables dentro de nuestro hogar nos permite mejorar nuestro bienestar físico, y aún más importante, nuestro bienestar emocional. Se trata de encontrar lo que le guste a cada uno e incorporarlo en el interiorismo de la casa para lograr comodidad y felicidad con el conjunto.
Debe existir una sintonía entre cada uno de estos materiales para que el ambiente no pierda el equilibrio necesario para que se sienta cómodo y relajante. Es conveniente no excedernos en el número de elementos incorporados, saturando de objetos sin sentido el lugar, para que haya un diálogo adecuado en la decoración del espacio.
El papel de la iluminación
El rol de la luz es crucial en nuestro estado de ánimo, ya que no es lo mismo entrar a un ambiente con una buena iluminación, que a uno que no cuente con la suficiente luminosidad y, en consecuencia, sea lúgubre y frío. La incidencia de la luz en nuestras emociones es de tal magnitud que la falta de ella en un ambiente logrará que los sentimientos negativos afloren.
Se debe sacar el máximo provecho de la luz natural que ingresa, al mejorar nuestro ánimo y rendimiento, y combinarla con una iluminación artificial adecuada que cubra todas nuestras necesidades. Y también se debe considerar el uso de una luz cálida en lugar de una fría, ya que la primera es capaz de despertarnos sensaciones agradables y confort, mientras que la fría puede generarnos mayor tensión.
Hay quienes prefieren entonces elegir una luz cálida en todos los casos, pero para quienes pretenden utilizar la fría, se recomienda destinarla sólo en los ambientes funcionales como la cocina, el baño o una despensa. De todas maneras, siempre será mejor que se la acompañe con una luz cálida que actúe como la iluminación predominante para que nos garantice que nos sintamos a gusto.
Acompañar con olores agradables
Que la experiencia de estar en nuestro hogar sea placentera depende también de los olores que haya en ella. Elegir las fragancias que nos evoquen recuerdos gratos y las asociemos a situaciones positivas es un complemento excelente para que nos traigan felicidad y tranquilidad a nuestro presente.
Y así como debemos reconocer cuáles son aquellas fragancias que nos guían hacia las buenas sensaciones, es elemental identificar cuáles son aquellos olores que provocan sensaciones incómodas, tanto a nosotros como al resto de los miembros de la familia viviendo en la casa.
Una vela encendida, o difusores ubicados estratégicamente en distintos sectores de la casa, nos ayudarán a crear una decoración emocional que juegue a nuestro favor, manteniendo aquellos olores que afloran las mejores sensaciones en nuestro interior. Lograr ambientes que nos hagan sonreír al ver el resultado decorativo es posible si se toma como base de inspiración las emociones de cada uno de los integrantes del hogar.
