Cuando queremos renovar un ambiente por completo dentro de nuestro hogar, una de las herramientas utilizadas con mayor frecuencia es la pintura.
Esto corresponde a los grandes beneficios que presenta, ya que con la pintura podemos generar un cambio de alto impacto solo modificando el color anterior u optando por una presentación distinta entre la infinidad de posibilidades decorativas que ofrece. De esta manera, se logrará que el ambiente se perciba de manera distinta, según el color y efecto elegido. Además, es relativamente fácil de aplicar y una solución bastante económica para el gran efecto que ésta genera.
Existe un número tan grande de opciones y variedades que no se trata solo de elegir el color adecuado, según nuestro gusto y estilo personal. Esta vasta diversidad puede complicarnos la elección, por lo que es importante conocer las características de cada una de ellas para orientarnos correctamente en nuestra búsqueda.
Pinturas al agua (látex)
Como mencionamos anteriormente, antes de definir el color, es fundamental tener en claro que existen dos grupos de pinturas, y la pintura al agua es una de ellas.
Sus principales ventajas son que las pinturas al agua se diluyen y limpian con agua, son de fácil aplicación y tienen un alto poder cubritivo gracias a los aditivos incorporados, por lo que resultan un interesante producto para aplicarlo como pintura base.
Además, su secado es bastante rápido y presentan un bajo olor mientras se secan. Existe en el mercado una amplia diversidad de pinturas al agua, tanto para uso interior como para el exterior, por ofrecer también una excelente resistencia.
Pinturas al aceite (esmaltes)
Una de las principales diferencias con las pinturas al agua es que las de aceite se diluyen y limpian con aguarrás, haciendo el trabajo de limpieza un poco más engorroso.
Su secado es más lento y destilan un fuerte olor mientras eso ocurre. Pero entre sus mayores fortalezas podemos nombrar que poseen una gran capacidad de recubrimiento, por lo que es una pintura muy rendidora, ideal para pintar los marcos de puertas y ventanas.
También es conveniente para el uso exterior por presentar una gran resistencia a los factores climáticos. Y al igual que la pintura al agua, es de fácil aplicación y posee también todo un abanico muy completo de opciones para elegir la más acertada, según nuestras necesidades.
Tipos de acabados
Una vez elegida la pintura entre estos dos grupos se debe seleccionar el acabado de la misma, es decir, si se quiere brillante, satinado o mate.
El acabado brillante se usa mucho en exterior ya que es muy resistente a las condiciones climáticas del exterior, son fáciles de limpiar y evitan que la suciedad se adhiera. Es la que más refleja la luz y su brillo resalta cada una de las imperfecciones que pueda tener la pared, por lo que es importante hacer un trabajo previo de preparación de la pared, si fuera preciso, para que el resultado sea el deseado.
La pintura con acabado satinado posee un brillo medio una vez seca, de aspecto suave. Y tal como ocurre con la pintura brillante refleja la luz, aunque no tanto como la anterior, y tampoco esconde imperfecciones.
Por último, a diferencia de los otros dos acabados, la pintura con acabado mate no refleja la luz, al no brillar una vez que la pintura está seca. Por este motivo, disimula las imperfecciones que la superficie pudiera tener, por lo que es fácil de aplicar y retocar. Esta característica de esconder desniveles la convierten en la más utilizada en techos y paredes, aunque se debe tener en cuenta que se puede ensuciar más y su lavado no resulta fácil. Tal vez resulte más conveniente en paredes que no presenten un roce continuo, aunque es cierto que hoy en día existen pinturas con acabado mate lavables que han mejorado mucho este contratiempo.
Herramientas para pintar
Antes de comenzar a pintar se debe preparar la superficie lijando o colocando masilla para que quede uniforme y lista para pintar.
Es clave también asesorarse con profesionales a la hora de elegir los elementos adecuados según el proyecto que vayamos a encarar. Hay una gran variedad de pinceles, brochas y rodillos, como podríamos mencionar en el caso de los rodillos los de pelo largo, de pelo corto, de espuma y todos ellos en distintos tamaños para cubrir todos los requisitos que se precisen.
Además, si se quisiera lograr un efecto en la pared, como es el caso de las pinturas de efectos especiales como la que simula el mármol o el cemento alisado, será preciso contar con una llana.
Ideas originales para aplicar pintura en paredes
Una opción mucho más económica que utilizar un empapelado en la pared es el uso de un stencil, es decir, una plantilla plástica que presenta un determinado dibujo que se va replicando en la pared. Hay plantillas predeterminadas que pueden adquirirse en distintas tiendas, lo mismo que los sellos, o puede ser diseñado por uno mismo con algo de imaginación.
También existen técnicas para generar distintas texturas en una pared mediante el empleo de cepillos, esponjas, trapos, en definitiva, la creatividad no tiene límites. Solo hay que animarse a experimentar y, mediante el uso de estos elementos en distintos tamaños, lograr un resultado único y original.
Y para concluir, otra de las posibilidades que ofrece un juego muy interesante es la de combinar una pintura de acabado mate con una brillante, por ejemplo, alternando rayas del mismo color o eligiendo una como base y luego creando diferentes dibujos con el otro acabado.
