Una dupla que cautivó al público en los 90. Una dupla que se insertó en la industria de la moda en 1997 y tuvo su apogeo en los 2000. Y una dupla que se separó para que cada uno tome un camino aparte, y que veinte años después se reencontraron. Esta es la historia de Martín Churba y Jessica Trosman, la dupla que fundó la marca “Trosmanchurba”.
Caminos que empezaron diferenciados. Jessica estudió diseño en Miami y luego hizo traductorado público, y Martín que se metió en artes escénicas e hizo diseño gráfico. El encuentro sucedió en el barrio de Belgrano, donde ambos vivían y desde allí una dupla icónica que impactó con sus prendas fuera del molde y descontracturadas.
Y en la misma línea, el éxito temprano de la marca retumbó en el extranjero. La dupla, a fines de los 90, participó de la semana de la alta costura en Roma, llevó sus colecciones a la Fashion Week en Brasil, exportaron sus prendas hacia Estados Unidos y luego ingresaron a mercados más exóticos como el japonés o el australiano. En 1999 obtuvieron el premio “Tijeras de plata”, un reconocimiento al diseño argentino y en 2002, año de la separación de la dupla, recibieron un premio por parte de la fundación Konex.

Pandemia, reencuentro y arte
Tanto Churba como Trosman comentaron que “necesitaron construir su propia identidad”, aunque manifestaron que su trabajo en dupla “no había terminado”. En la actualidad, y luego del reencuentro que significó una inmensa alegría por parte de los dos, la realidad es otra y ambos se juntaron para lanzar proyectos vinculados al arte y las esculturas.
La realidad también marca que los diseñadores, cuando consideran que han llegado a un pico en la moda, o simplemente creen que han dedicado gran parte de su vida al rubro, intentan relacionarse con otro ámbito, en este caso el arte. En otra de sus entrevistas, Churba afirmó que en esta etapa de su vida “tiene más tiempo para pensar y divertirse con el arte”.
En la época de la pandemia, un simple mensaje fue suficiente para reunir a la dupla a través de la virtualidad. En redes hicieron un vivo y en 2021 se juntaron oficialmente para decretar su nueva aventura en el arte. “Arte textil”, el nombre que le pusieron al pasatiempo con el que siguen en la actualidad, y luego de un alejamiento por parte de los dos de la moda.
“Usamos la tela como medio de expresión” dijeron ambos. Los diseños de Churba y Trosman siempre fueron llamativos y nunca estuvieron alineados a algo clásico o estructurado. Ambos juegan , se divierten y por eso han construido una dupla sólida que se ha reinventado en 2021 en el arte. “Yo tengo una energía más física (Martín) y ella tiene una energía más conceptual”.
El reconocimiento de Churba y la presencia de Trosman
En 2024 , hubo otro encuentro por parte de la dupla, esta vez en un ámbito más formal y festivo. Durante la ceremonia de los premios Martín Fierro de la moda el año pasado, Martín Churba fue homenajeado y Jessica Trosman fue la elegida para darle el reconocimiento a su socio, colega y amigo. “Empecé a no pensar más en cuerpos y a pensar en las telas”, la frase que describió el presente del diseñador.
“La moda es una parte importante de mi vida pero hoy no la extraño para nada” dijo Jessica, y luego su colega suscribió: “Que mande el destino. Ahora soy un jugador, no quiero ser el grupiere”. Bajo estas premisas, está claro que el presente todavía dice que ambos eligen el mundo del arte, aunque cada tanto algunas marcas los reúnen para figurar o lanzar ideas hacia una colección de moda.
La firma que sellaron ambos en la década del 90 todavía es reconocida por la rápida exposición que tuvo, no solo por las presentaciones en el extranjero y las colecciones que llegaron a países exóticos, sino por la dupla que conformaron y que se reencontraron años después en el mismo rubro, el del arte.
El arte y la moda forman parte de la vida diaria de Jessica y Martín. La industria de la indumentaria ha quedado en segundo plano para ambos en el presente ante un “cansancio” por parte de los dos, que incursionaron en otro rubro con distintas exposiciones. La historia de los dos es emotiva por su reencuentro años después y por la cercanía y conexión que mantienen.
Roma, Japón, Arabia, Brasil, Estados Unidos, algunos países a donde llegó “Trosmanchurba”. ¿Y en el presente? En galerías de Buenos Aires para representar un arte más nacional, clásico y con spots conocidos de la ciudad.
