La idea de combinar estampados puede resultar todo un desafío, e incluso hay quienes creen que la combinación de patrones es algo que se debería evitar ya que presenta un resultado poco armónico. En la práctica, en cambio, la convivencia de dos o más estampados puede generar un resultado sumamente interesante para la vista.
La mezcla de ellos, también llamada mix and match, asegura un espacio en el que se destaca el carácter y el estilo único del dueño de casa, a la vez que aporta dinamismo al área. Lo importante cuando se realiza esta tendencia es tomar como guía unas reglas básicas, conociendo de qué manera impactan las estampas, los tamaños y las formas entre sí, y así obtener el ambiente deseado.
Determinar una paleta de colores
Cuando se realiza esta técnica es esencial contar con un hilo conductor responsable de generar una coherencia en los diseños elegidos, y en este primer punto, el elemento que provocará esa unión visual serán los colores.
Azules, verdes, grises… se debe elegir entonces una sola paleta cromática y que esa gama sea el punto de inicio para seleccionar los distintos estampados que acompañarán en el ambiente, optando solo por aquellos donde el color determinado sea el dominante. Así es como el conjunto de estampas tendrá sentido, al estar unidas a través del color.
Combinar estampados
Si se cae siempre en la misma solución de estampa para decorar un espacio seguramente se logrará un ambiente que termine resultando monótono. Inclinarse hacia distintos patrones de rayas, o de cuadros, por mencionar algunos ejemplos, aun cuando no sean iguales entre sí, no va generar un efecto enriquecedor en el lugar.
Es entonces una excelente idea mezclar patrones diferentes, como flores y geométricos, entre muchas otras alternativas posibles. La variedad existente de diseños es muy amplia por lo que solo debemos inclinarnos hacia aquellos que luzcan bien al unirlos y así será una apuesta segura.
La importancia de la escala
Una de las recomendaciones fundamentales a tener en cuenta es que, en lugar de elegir diseños que cuenten con el mismo tamaño, es un muy buen recurso decantarse por patrones que tengan una escala diferente.
Una estampa de gran tamaño puede ser entonces el punto de partida al decorar el espacio, el cual se aconseja que se complemente luego con motivos de menor formato. Una estampa con unas flores grandes puede ser combinada con una de rayas finas, e incluso también con una lisa para generar mayor contraste. Navegar por los distintos sitios de decoración e interiorismo es una muy buena herramienta para encontrar más inspiración en base a las propuestas que presentan los profesionales del rubro.
Animarse a jugar
Un estampado de diseño sutil y pequeño resulta siempre un riesgo menor, por lo que su uso nos genera más seguridad en cuanto al efecto que lograremos transmitir en el ambiente. Pero es cierto que aquellos espacios que generan un fuerte impacto en nosotros, aquellos que cautivan a cualquier espectador, son los más osados, los que exhiben patrones a mayor escala.
Puede llevar algo más de tiempo tener la confianza para decidirse por más de un estampado, más cuando se propone que al menos uno de ellos sea de dimensiones generosas, pero sin lugar a dudas, el ambiente destacará de cualquier otro al destilar mucha personalidad. Un espacio con estas características tendrá una dosis alta de energía, por lo que es un buen motivo para arriesgarse a mezclar.
Combinaciones clásicas
Existen algunas mezclas de patrones que ya se encuentran catalogadas como certeras por lo que, si se desea ir hacia lo seguro, es un buen plan mantenerse entre algunas de esas posibilidades. A continuación, detallaremos algunas de estas opciones infalibles con las que también se enriquece el espacio.
Una de las uniones más básicas es la del liso con el estampado por lo que, si no se desea tomar riesgos, esta es una opción que no tiene margen de error. Pero si bien genera dinamismo, al ser dos elementos muy contrastantes entre sí, puede resultar una combinación un tanto obvia, perdiendo valor.
Otras tácticas que también funcionan muy bien son las de combinar distintos diseños geométricos para crear un juego de contrapunto muy atractivo o mezclar también lunares, flores y rayas, siendo estos tres patrones componentes muy fáciles de unir a través del color.
Número de composiciones posibles
Si bien este número no se encuentra completamente definido y dependerá de los estampados elegidos en gran medida, como regla general se pueden mezclar de 3 a 5 estampas diferentes como máximo dentro de un solo ambiente. Aquí se incluyen tanto las fundas de almohadones y sillones, como la alfombra, y también las cortinas y el empapelado.
En el caso de que se desee incorporar el límite permitido, es decir cinco patrones, se aconseja que alguno de ellos tenga una estampa con dibujos muy pequeños, ya que visualmente funciona como si se tratara de un elemento liso. Otra sugerencia es elegir los lisos para los elementos centrales del ambiente, dejando los estampados para aquellas piezas auxiliares distribuidas por todo el espacio.
